27/02/2019
Roma, la pelÃcula, no pudo ser.
Y es que tampoco es de extrañar a pesar de la expectación suscitada con esta pelÃcula de habla no inglesa que, en mi opinión, cuenta una
historia simple, bastante simple dirÃa yo, y en cuyo argumento muchas mujeres pueden verse identificadas.
Más allá del blanco y negro, de esas azoteas y antenas y de ciertas escenas que me evocaron mi propia infancia, la historia de Cleo es realmente simplista, incluso se entreve la marcha del rufián, FermÃn, quién la deja embarazada mientras su cabeza pulula por el mundo de las artes marciales.
Los juegos de los niños son entrañables, el sabor a barrio, el scalextric, el sonido del afilador cruzando la calle, el ajetreo de los vendedores, imágenes éstas que me evocaban la
nostalgia de un tiempo pasado, esa memoria que perfila los recuerdos en la bruma de la distancia.
Pero la historia en sà resulta hasta
aburrida y un tanto enervante por la desgraciada vivencia de un personaje cuya bondad y concordia con el mundo está a prueba de balas.
Cleo lo merece todo, lo mejor y eso es quizás lo que angustia, lo que araña al espectador sentado en su butaca.
Casi todo es
previsible en esta producción mexicana, quizás tan fiel a un relato autobiográfico que nada salta a la palestra en señal de temor, duelo, alegrÃa o desamparo. No hay giros, sorpresas.
Roma es una pelÃcula uniforme, lineal en su presentación cronológica, y aunque la fotografÃa me pareció espectacular, el ángulo revelador de algunas escenas, el film se diluye sin ningún corte de maestrÃa, excepto su narrativa y esa sucesión de hechos previsibles.
Admito que alguna escena tomó tintes metafóricos, capaz tras la cámara de obsequiarnos con esas emociones latentes, un cierto traspaso de la piel hacia el corazón del personaje, su modo de sentir.
Pero desgraciadamente todo esto fue un espejismo ante lo que califico como una
Roma que parecÃa prometer más desde su techo marketiniano y los intentos de Netflix por llevarse el gato al agua, más que por su historia, simbolismo y, en especial, la relevancia y misterio de sus personajes.
No he visto Green Book y, por tanto, no puedo opinar.
Hay quién habla de un voto de preferencia hacia ella para encumbrarse como "la peor ganadora del Oscar desde Crash".
En este sentido, como digo, prefiero sacar mis propias conclusiones.
Al menos lo que sà tengo claro fue como disfruté con
Bohemian Raphsody y la excelente interpretación de Rami Malek como Freddie Mercury, quién a la postre se ha convertido en la joya de la corona de estos Oscars que dicen haber sido tan aburridos, al margen del empalagoso Shallow que se marcan Lady Gaga y Bradley Cooper durante la ceremonia.
En fin, supongo que el cine también tiene estas cosas, esas tropelÃas o devaneos que escapan al discurso racional.
Y a tÃ, ¿qué te ha parecido la pelÃcula? 😃