UN LUGAR DIFÍCIL

09/07/2019
 
Con Karmelo Iribarren lo cotidiano toma una fuerza poética extraordinaria. Escribir sencillo no es fácil pues la belleza se desarma de todo aquello que le es fútil, inútil.

"Un lugar difícil" , XI Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla (2018), es un poemario donde el encaje de las estaciones te envuelve (la lluvia, el sol, el viento, el frío, etc.). La ciudad se muestra como es, eso sí, marítima y con un mar que evoca no solo su soledad sino su condenada forma de vivir.

La relación del poeta con el mar es intensa. Es la del amigo que se sabe escuchado y que alenta las conversaciones en secreto. Como el mar, el poeta lleva su sed de vientos, cierto deambular nostágico, una huella profunda en una ciudad que apenas reconoce.

El paso de los años nos da una nueva perspectiva. No somos los de antes y encontramos en ese paraje grisáceo de la memoria dictámenes, juicios que el tiempo implacable nos devuelve como si de una mirada en un rostro se tratase, esa imagen devuelta en señal de duelo y pensamiento.

A priori el tiempo debe llevar el conocimiento en su guantera y esa sabiduría reveladora debería conducirnos a una felicidad más depurada.

En realidad son esas cosas sencillas que tenemos y disfrutamos lo que define esa felicidad, libre de artificios y de esos atropellos que el hombre construye alrededor de ella y que solo da vigencia a un aislamiento del yo, ése que habita la ciudad, sombra a la deriva, alguien que debe ser consciente de que esa luz en esa casa entre la multitud tiene un sentido que le trasciende vital y emocionalmente.

Iribarren huye de todo aquello que no sea natural, no entra en juicios ni en valoraciones moralistas. Su fin es aceptar la vida como un regalo pero sin alterarla con exagerados discursos, sin ponerla en un altar y aún menos codearla con falsas flores, promesas que no son sino una fingida realidad, es decir, un espejismo del que más vale liberarse para alcanzar con paciencia y sabiduría esa descafeinada, sin cabe, felicidad.

Tampoco está exento este libro, Un lugar difícil , de un latente desencanto y pesimismo pero es mayor la certeza del que se afirma como lo que es o quizás pudo ser.

Lo cierto es que hay un tiempo, por efímero que sea, un tiempo para amar entre contradicciones y claroscuros, un tiempo para esa felicidad y ese encuentro con uno mismo y, desde una perspectiva agnóstica, el deseo expreso de que el recuerdo nos quede y habite nuestra memoria aunque " no sea un refugio tan confortable como parece".

Excelente lectura la de este libro que libra batallas interiores y que contempla el mundo con una mirada sencilla y limpia. 👌