28/10/2019
La vertiente humana, lo social, el origen, todo confluye en este
espÃritu libre que la edad madura le comporta no solo un estado de ánimo sino un modo de contemplar el presente y el futuro con miedos razonables, conocidos, pero con
la razón siempre en el fragor de la lucha.
Matria es un libro donde convergen, como dirÃa
Raquel Lanseros, los temas clásicos de la poesÃa: el paso del tiempo y el amor, esa sensación de verse en un futuro más vieja y cansada sin la potestad de vivir la vida que nace dentro, ese equilibrio sistemático que con resignación soportamos, no exento de dolor, pero que nos conduce a un punto que es memoria y lucha contra el olvido.
Pero Matria no solo gira en ese clasicismo temático.
Es un libro más profundo que ahonda en la huella y en nuestro egoÃsmo, en ese desdén por maltratar la naturaleza, nuestro desapego y que nos arroja a nuestra insignificancia dentro de un todo donde tomamos partido y cuya voluntad de cambio depende de nosotros.
Matria es también un poemario que celebra la vida y cada segundo con los pies bien puestos en el suelo, huyendo de vanidades y prejuicios, de ese egocentrismo que nos priva de amplias miras y nos conduce a cenizas, a un tiempo peor, enfrentado, promovido por aquellos que solo en la discordia viven.
Si el origen representa la casa, el lugar del que partimos, esa fragua donde se forja el carácter, al menos esos primeros pasos que irán conformando su camino,
nuestra razón de ser ha de llevarnos con coraje y valentÃa a escenarios donde rijan la igualdad social y la justicia.
La historia nos llena de mensajes o enseñanzas que no debemos obviar, las amenazas son evidentes y hay que estar prestos siempre a alimentar nuestra razón con sanos principios que nos alienten a un mañana mejor.
Hay manos que limpian y socorren, manos unidas que hacen posible el sueño de la razón y el entendimiento entre los hombres.
Pero debemos estar alerta. Siempre habrá quién desee condenarnos a un ostracismo verbal, sin palabras ni plumas que agiten los vientos, sin ese legado al que debemos asistir orgullosos pero también con mimo y una declaración de ideas al servicio de todos y para todos.
Raquel Lanseros muestra en Matria su humanismo, su amor a aquellos que no rechazan la acción sino que la fomentan, desarraiga al indolente, lo destierra y repudia a aquellos que manipulan y tergiversan la realidad y la historia.
El legado de ser nos pertenece.
Y es una batalla que comienza en nosotros mismos, desde esa madre que es calor y patria, desde el fin de un tiempo que no existe sino que nos sucede y al que debemos el vigor de nuestra existencia.